viernes, 10 de octubre de 2008

Cine: ¿Arte o Show?

El cine ha permitido al hombre poder representar lo que siente, piensa, cree acerca de un contenido específico o de uno propio. Cuando hablamos de arte, se refiere más que a nada a la expresión subjetiva del creador, en este caso el cineasta. Por un lado tenemos tres tipos de autores, el primero hace creer al espectador que se rige bajo los reglamentos básicos del arte, es decir definición de estilo propio, comparación con otros artistas y apreciación de su trabajo a la perfección.

El segundo, dice no guiarse por los elementos básicos que conforman la obra pero inconscientemente si lo hace. Este individuo expresa lo que siente en diferentes planos, ángulos de cámara y tiempos de montaje. Para el espectador esta serie de imágenes tienen un sentido propio, aunque no lo entienden bien, está allí para que cada uno de nosotros lo interprete y logré ver lo que el mismo quiere que vean.

Cuando me refiero a reglamentos básicos, son los reglamentos propios del cine, como tengo que grabar un plano, que iluminación uso, como montarlo. Por ejemplo no se puede empezar desde la izquierda si el personaje siempre estuvo a la derecha. La regla de los 180° tampoco debe ser propasada, ya que el público simplemente no entendería lo que sucede, por más que el guión dijera todo por si mismo. La imagen suele confundir, como también el sonido, ya que ambos elementos son importantes. Pueden pasar una serie de escenas de hechos continuos, pero si el sonido de fondo o ambientación está al revés, parecerá que ya ha ocurrido la escena y que la están retrocediendo (aunque en verdad no sea así).

El tercer individuo, toma su idea la expone tal cual y no respeta reglamentos, pues su intención personal no es seguir las reglas. Para él, el arte es libre en lo absoluto. Y esa libertad depende única y exclusivamente de sus sentimientos, de lo que siente, de lo que quiere expresar. El espectador pasa a segundo a plano, no le importa si lo entienden o no, lo único que quiere es que aprecien su obra.

Cuando hablamos de show, ¿Qué sucede por ejemplo en la televisión?. ¿No es más que un conjunto de ideas determinadas a un público objetivo, que los productores están seguros que verán las mamás, niños, familiares?. ¿No es más que una serie de secciones que tienen por fin entretener, gustar, agradar?. Entonces ¿No será más que una creación hecha para llamar la atención y ganar con ello, o acaso será un medio artístico que tiene artistas dentro de el mismo?. La verdad es que los cineastas cuando definen para ellos arte a veces resultan ser un show. Pero este tipo de show puede ser interpretado como si fuera un “circo” por otros cineastas o una obra artística por los espectadores.

Pondré de ejemplo a los mismos tres tipos de cineastas, supongamos que el productor del show sea el que más se apega al reglamento, su libertad artística es nula, está totalmente cerrada con la idea: “Presentas el show, atraes gente, lo dejas fluir, cierras el show”, puede ser un éxito o un fracaso. Todo depende del espectador, porque ese producto está guiado únicamente hacia el.

¿A quien más se le vende una película animada en 3D con personajes tiernos y graciosos?. A los niños por supuesto. Lo que aparenta inocencia y ridiculez, tal cual el circo hace que los artistas hagan el show. Los artistas en este caso serían los actores. No los cineastas. Si es un éxito la película gana millones de dólares y todos están felices. Si fracasa, el que hace el show es el cineasta. Por más profesional que haya sido y apegado a las reglas, sino tiene buen guión o enganche para el público será masacrado por la multitud como si fuera el hazme reír de todos. Lo mismo pasa con los actores, quienes los vean dirán: “este tipo no actúa bien”. No es cierto, todos son profesionales. Lo que falló fue la creación final, es lo que ensucia la imagen de todos.

El segundo tipo de cineasta, no piensa tanto en el espectador, sino en si mismo también. Porque su objetivo principal no es vender como el anterior, este cree ser artista. Hace una obra y le aplica su subjetividad, no se guía por libros ya creados, ni por videojuegos, o grandes películas de Hollywood. Más bien crea sus propias películas a base de lo que sabe, siente y tiene que mostrar.

El público es más reducido, pero el mismo cineasta está confiado en que si fracasa su obra puede verse satisfecho porque la gente entendió de qué se trataba y que incluso vieron sus propios errores, así quizás puede mejorarlos o dejarlos así mismo como marca propia. Al contrario del primero que no debe fallar en nada, porque sino será aplastado por la sociedad. El segundo está más tranquilo, y no pierde nada con mostrar su obra final. Y si gana mejor aún, lo recibe humildemente. Para el no es un show su película sino una obra de arte. Por lo cual sabe bien que puede ser apreciada como destrozada, y si no es entendida existirán otros que la entiendan. Otros cineastas que saben técnicamente y artísticamente de cómo estuvo hecha.

No es que este tipo de películas artísticas tengan siempre menor presupuesto que las otras, a veces basta con ver una escena impactante para calificarla como buena o mala, y se gana exactamente lo mismo que una de las grandes películas o show del primer cineasta. El punto es que será vista de manera diferente por el espectador, pues dirá: “Claro la película es aburrida pero tiene su toque mágico en tal escena”. Porque trata de mostrar la lógica de la vida del ser humano. Sin esa expresión no sería reconocido como cine.

El tercer tipo de cineasta piensa que los dos anteriores hacen el "show". Porque a final de cuentas consiente o no. Ven al espectador y tratan de agradarle, y sino lo hacen tratan de explicar sus motivos para no ser aplastados más aún y que la gente cambie un poco de opinión. Como dije anteriormente este tipo de cineasta no cree ser artista, el dice que lo es, porque tiene todo muy claro. Dice de frente lo que piensa y no le importa la opinión del espectador. No le importa las reglas de la política, ni la religión, ni cualquier cosa que esté prohibida para una película. Ellos siguen sus ideas e incluso salen de las barreras a tal punto, que la mayoría no entiende. Y los que si lo hacen son pocos o del mismo tipo que ellos. Ellos ocultan sus verdaderos fines, y dejan a cada persona que interprete como pueda su obra, aunque a ellos personalmente no les interese tanto como a los dos anteriores (ya que todo artista hace sus obras para que alguien las vea). También lo hacen con el fin de generar sentimientos que nadie quiere sacar y que finalmente lo hacen al ver una escena que les recuerda su historia personal. Aunque ellos no ocupan lo objetivo, hacen de sus obras verdaderas expresiones artísticas libres, que les da sentido a su existencia de artista como tal.

Si el cineasta entonces es capaz de que el espectador sienta, y sólo eso, que no que entienda. Entonces su obra fue un éxito. Porque la razón del espectador para el artista queda en segundo plano. El show, se basa en la razón únicamente; pues sólo nos hace pensar en que hacen los demás, seguimos una lógica objetiva. No nos provoca emociones ocultas, solo vemos porque estamos obligados a verlos por nuestros propios intereses.

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