viernes, 26 de junio de 2009

Jhon Lasseter, Pixar

El mundo digital no sólo se divide en interfaces, programación, o creación de sonidos o aplicaciones. También se pueden realizar efectos especiales y animaciones en 2D y 3D a través de distintos programas que a medida del tiempo se han actualizado o han sido reemplazados con otros mejores.

Esta era digital tiene como objetivo, no tan sólo de darle más vida a una película, serie o aviso publicitario sino también de crear mundos totalmente nuevos, inaccesibles en la vida real o realizar cosas tan caras como destruir un edificio completo. Todo esto se hace sin gastar dinero en construir uno nuevo a escala real y hacerlo explotar perdiendo toda la inversión en un par de segundos.

Los comienzos fueron simples efectos que tomaban mucho tiempo de realización, meses y días completos con técnicas apropiadas y paciencia al límite, sólo para hacer unos cuantos minutos para hacer una nave volar, una maqueta de su forma, tamaño y estructura o las primeras animaciones en 2D.

John Lasseter fue uno de los que comenzó a trabajar no en efectos especiales específicamente, sino más bien lo que empezó fue a realizar animaciones simples y hechas en un computador. Pero no podía hacerlo sólo, necesitaba el apoyo de otros, y esto sería el comienzo de la revolución de la animación digital.

Uno de los primeros trabajos que realizó en conjunto fue “Las aventuras de André y Wally B” en 1984, a pesar que nadie había experimentado con anterioridad este método avanzado de realización, John Lasseter pudo realizar el movimiento detallado fluidamente de las hojas y el rostro casi como si se tratara de algo real, una representación similar a nuestra vida cotidiana aunque con otros personajes.

Eso fue la inspiración para muchos soñadores con crear mundos artificiales pero que a su vez entregaban esa chispa que faltaba en sus vidas apagadas. Fue así mismo como Lasseter pudo levantar al caído Disney tras su fracaso con “Tron” en 1982, y que siguieran intentando con algo más elaborado.

Luego apareció “Luxo Jr” en 1986, donde se mostraban lámparas, lo que ha sido hasta el día de hoy el logo de presentación de Pixar, en todas las películas vemos como una lámpara juega con la letra “I” hasta aplastarla y ponerse en su lugar, aunque era sólo porque en los escritorios donde él trabajaba estaba lleno de ellas porque eran baratas.

Pixar no era independiente, pertenecía a Lucas Films en 1986 que fue comprada por Steve Jobs, pero poco a poco comenzó a independizarse logrando realizar una variada cantidad de cortometrajes, lo que interesó más aún a Disney como empresa, eso podría ser algo bueno ya que Pixar siempre tenía grandes carencias y no había dinero para invertir en aparatos caros y mucho menos darse el lujo de contratar a muchos empleadores, todo era pequeño pero daba lo suficiente de sí mismo.

De hecho pasó por varias crisis, y se fue prácticamente al piso, pero volvió al mercado cuando comenzó la súper producción de “Toy story” en 1995, fue ahí cuando volvió a salir adelante y se pudo contratar a más gente, pero Lasseter siempre tenía problemas, su misión ahora iba a ser un poco diferente.

Si bien Lasseter es productor de animación, él no servía para escribir guiones, le faltaba experiencia ya que sólo se había preocupado de otras cosas al momento, por lo cual su trabajo en Disney era de paso lento.

Sin embargo, aún así pudo enganchar a la gran empresa, no por el tecnicismo de la animación sino por la propia historia que habría creado. ¿Suerte de principiantes? O tal vez Lasseter se equivoco con su vida y desde siempre tuvo que empezar por ahí y luego lanzarse con el tema de animación, ¿Quién sabe?

Tuvo que luchar con el idealismo de los trabajadores de la gran empresa, y demostrar que uno de los juguetes en ese filme que marcó su vida (Toy story), debía ser un personaje característico.

El personaje “Woody” debía tener una personalidad que lo diferenciara de “Buzz Lightyear” sino el contrato se terminaría, con eso Lasseter pudo aprender que Disney no era fácil y que se centraba en el profesionalismo y que contaba con una exigencia tremenda a la hora de realizar un trabajo importante.

Todos estos factores lograron que Pixar se transformara a lo que es hoy en día, una empresa gigante, que pagan sueldos excesivos, hay productos gratuitos y que el trabajo es liviano, sólo piden unos segundos de animación y ya está. El resto lo hacen los demás.

Quizás era el sueño de Lasseter, volverse un gran director, y lo consiguió, ahora muchos le siguen y más aún se inspiran en sus trabajos. Ahora Pixar compite con Dreamworks, pero aún así muchos animadores prefieren elegir a Pixar, ¿Profesionalismo? ¿Cantidad de trabajo? ¿O beneficios?, la verdad es que cada quien sabe porque trabaja allí, y la mayoría de ellos es por amor al arte, a la creación, a la originalidad y a la valoración de sus dones como animadores digitales.

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