domingo, 20 de julio de 2008

Semejanzas entre Diseñador y Comunicador Multimedia

Si queremos hablar de diseñadores y comunicadores multimedia debemos saber primero que tipo de labores ejercen y cuales son sus características. El diseñador, se encarga principalmente de crear o representar algún producto, objeto o idea de una forma innovadora que sea capaz de llegar al mercado y ser vendida por las industrias, empresas o algún otro sector, satisfaciendo alguna necesidad en particular.

El comunicador multimedia se encarga principalmente de utilizar los recursos multimedia (texto, audio, video, etc.) e implementarlos en sus trabajos, para representar a una Institución o Industria al mundo y destacar las mejores características de ésta. Con el objeto de atraer más clientes los comunicadores multimedia deben crear aplicaciones para que los clientes puedan interactuar y así generar una mejor imagen de la empresa a nivel personal. Los clientes se hacen participe de los proyectos de la industria y deben ser atraídos, pero no simplemente por el gran contenido que tenga una página web, una animación u otra cosa, sino por su forma de expresar.

Aquí encontramos una semejanza, en el diseño para atraer gente se recurre a las formas (si es curvo, recto o ambos), los colores (si son cálidos, fríos, complementarios, etc.), el tipo de gente representada en los colores (si es un ejecutivo, se presentará con colores opacos), los estereotipos de gente (personas generalizadas) en el mensaje, por ejemplo si es un producto de consumo (una cerveza por ejemplo) tiene que darnos alegría o humor, y saber que el público es mayormente masculino; la idea sería de una persona “perna” que se transforma en una rubia hermosa y sexy al tomar el liquido y mirar la etiqueta “sexy beer”. La gente se acordará del producto por la chica sexy que toma cerveza (sobre todo si en el diseño de la etiqueta se muestra la silueta de una mujer bien formada y tipografía de algún “café”).

El comunicador multimedia también tiene que preocuparse del tipo de público al que va dirigido, su creación además debe atraer. No podemos por ejemplo crear una animación sangrienta para niños de cinco años, o crear una web con muchos colores y manchas artísticas cuando el producto es un lápiz de tinta profesional de dos colores (azul y negro).

Tenemos que ser creativos cuando queremos llegar a la gente, pero no sólo por la mirada, sino también por el alma, es decir, que genere sensaciones (alegría, asombro, etc.). Las formas también son importantes, pues a través de ellas podemos entender el concepto del mensaje, si es curvo tendrá movimiento, mientas que si es recto se verá estático. La percepción es diferente en cada individuo, sólo se generaliza.

Categorizar su labor; En ambos (diseño y comunicación multimedia) debemos elegir un sector determinado al cual queremos dedicarle más trabajo o en el que somos mejores. Para un diseñador existen categorías como: el creador de prendas (diseño de moda), el de ambientes (diseño de exteriores o interiores), el que dibuja los objetos producidos en serie (diseño industrial) y el de los afiches o diarios (el diseño gráfico).

En algunas universidades se imparte la carrera de diseño de manera general y una especificación, pero en otras instituciones se divide en forma separada. Ya que algunos que no son muy buenos dibujando a mano, son mejores realizando modelos en el computador. Lo mismo ocurre con la comunicación multimedia, son tantas sub-categorías que la persona decide a optar por la más fácil o la que le acomode más. En esto existen las especializaciones: sólo en web, otras en animación 2D o 3D, otras en el ámbito audiovisual (películas, videos, audio) otros en guiones y otros en videojuegos.

Siempre es bueno saber de todo, pero si al trabajador le cuesta un tema determinado, es mejor que tenga su especialización. Son tan amplias las temáticas y tan complejas, que marcan un gran espacio entre una sub-categoría y otra. Por ejemplo un diseñador de ambientes le puede costar mucho o no saber nada de la creación de un afiche musical (diseño gráfico), pues él sólo se especializa en el orden de los objetos, el uso de los colores y su combinación para que nos produzca sensaciones y no el destacar letras, hacer textos llamativos o pegar imágenes buenas, con el objeto de producir ventas de entradas al concierto.

Quizás las diferencias hacen que muchas veces el diseñador o el comunicador multimedia no puedan realizar bien su trabajo (sea por el factor psicológico, social o físico), el acomodarse a algo especifico es más fácil que generalizar, pues siempre existirán cosas que a los trabajadores les desagrade o que no sean capaces de hacer (tengan conocimiento de ello o no). Las empresas, industrias y otros, buscan gente para un determinado campo, en que hayan vacíos, pero son mejores recibidos aquellos que saben de todo, y esto va para ambos sectores (diseño y comunicación multimedia).

Otro factor importante es que el diseñador y el comunicador multimedia trabajan con un fin en común, el deseo de otros, y no por lo que sienten o quieren realizar, sino por lo que otros quieren que hagan. La presión laboral “hazme esto, lo quiero así, hazme esto otro” los encierra en una especie de “objetividad”. Es decir, aunque les guste diseñar o crear, son vistos como una especie de máquina de hacer cosas y no cómo un idealista amante de su propia creatividad.

Otro punto en común es la parte de planificación, ambos sectores deben crear un esquema de cómo van a realizar el trabajo; que medios utilizarán, cómo llegarán a la gente, materiales que serán utilizados, como funcionará, que modelo se ocupará, etc. Una etapa de producción, cuando ya el proyecto está llegando a la gente y funciona bien y el de postproducción; cuando se abre al mercado y empiezan a ganar las industrias por el trabajo que hicieron los profesionales.

El diseñador y el comunicador multimedia pueden verse como dos polos totalmente diferentes. Pero en realidad ambos tienen muchas cosas en común. Ambos poseen casi las mismas bases para llegar a un público determinado y satisfacer al cliente (pero no hablo de los clientes de la empresa, sino quien manda al diseñador o al comunicador multimedia). Sin contar que ambos se complementan. Pues el diseño por ejemplo, se ocupa en páginas web, y las portadas de revistas pueden ser utilizadas en un algún video conmemorativo: “recordando la vieja revista”.

Existen casos de incompatibilidad de ideas, pero si el cliente desea algo. Los diseñadores y comunicadores multimedia deben hacer bien su trabajo. En el caso de que el proyecto a realizar, no va con los ideales del trabajador, este puede buscar otro trabajo, o tratar de convencer al cliente (sin decirle que está errado de sus ideas), en otras palabras… en ambos sectores se debe ser profesional.

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